31.12.07

ADOREMOS COMO NIÑOS


Lección 4
Adoremos como niños...OÍ UN GRITO DE GUERRA VENIR DEL CIELO:¡LLAMAD A LOS ADORADORES DANZANTES!
Vi en el Espíritu un campo de batalla donde el enemigo había colocado muchas minas bajo la superficie de la tierra. Los soldados de Dios vinieron al campo de batalla vestidos con la armadura completa calzando lo que parecían ser botas de combate de tamaño más grande de lo común. Al ir avanzando, salió un grito del cielo: "¡Alto! No deben entrar en este campo de batalla. ¡Las minas enterradas son demasiado peligrosas!"Entonces oí al Señor diciéndole a un fuerte ángel: " ¡Llama a los adoradores danzantes!" Vi cómo venían. No parecían venir a luchar en una batalla. ¡Parecían estar descalzos y felices! El ángel ni siquiera les contó que hubiera una guerra. Parecía que simplemente iban a continuar adorando a Dios perdidos en Su presencia. Parecían haber aparecido de la nada. La mayor parte de ellos eran niños pequeños que simplemente disfrutaban al danzar con sus ángeles cerca del altar de las iglesias los domingos por la mañana. (Muchos padres creían que era gracioso y bonito el ver cómo ellos intentaban entrar en la adoración, ¡pero Dios estaba tratando de utilizarles a ellos para llevarnos a nosotros a Su Trono!)LA ADORACIÓN DETONA LAS MINAS SUBTERRÁNEAS DEL ENEMIGOAlgunos eran adolescentes y personas mayores, pero parecía que los mayores se sentían intimidados por los demás y no podían ser libres con un espíritu de niño. Cuanto mayor se hacía la gente, más enfocados en la guerra parecían tornarse. Parecía que los niños eran los únicos que sabían adorar y que no sabían nada acerca de la guerra, ya que su adoración pura e inocente ERA guerra sin ellos siquiera saberlo. Cuando estaban en la presencia de su Padre con sus ángeles no tenían tiempo de pensar en que nada estaba en contra suya. Parecían estar viviendo según la palabra: "Pues si Dios es por nosotros... ¿qué o quién puede estar en contra de nosotros?" Vinieron descalzos, sin temor a pesar de los fuertes soldados que hablaban de los peligros y del temor de perder la vida. Vinieron danzando en el campo de batalla y aparentemente sordos y mudos ante las palabras de precaución que recomendaban los soldados adultos. (Por cierto, ¡no he podido encontrar la palabra ADULTO en la Biblia! Sólo se utiliza como parte de la palabra "adulterio") ¡Para Él somos todos niños!Perdidos en la gloria de Dios, estos jóvenes danzantes continúan adorando al Señor con los pies y toman nuevo territorio, quitándoselo al enemigo. Al danzar sus pies sobre el campo de batalla y tocar las minas escondidas bajo tierra, en lugar de explotar, estas minas simplemente sonaron como si no tuvieran ningún explosivo. Al mismo tiempo que estos pies danzaban sobre cada mina, muchas más minas enterradas fueron detonadas en el Espíritu, lejos, muy lejos dentro del campo del enemigo.¿ES HORA DE QUITARSE LAS BOTAS DE COMBATE?Entonces vi a hombres y mujeres que empezaban a quitarse las enormes botas de combate y comenzaban a danzar y traer a este campo de batalla la gloria de Dios. Los adultos estaban gritando: "Cuidado con donde pisas, pero si danzas, ¡no te preocupes de nada! ¡Regocíjate en el Señor siempre, y otra vez digo, regocíjate!" (Regocijarse significa literalmente dar saltos y vueltas en una danza.) Dios se estaba levantando y Sus enemigos estaban siendo esparcidos, huyendo en siete direcciones ante nosotros. Las armas de nuestra milicia no son carnales (según lo que nosotros pensamos) ¡sino que son poderosas en Dios para derribar fortalezas!¿Quieren danzar?¡Se acabaron las botas de combate para mí!

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